¿Por qué la privacidad debe importarnos?

hortelana phunk
14 min readJan 16, 2023

Los invito a reflexionar desde diferentes puntos siguiendo mi visión personal, el camino que esta tomando la virtualidad y la misma sociedad. En el 2014 cuando Mark y compañía compraron Whastapp, ya tenía instalado Telegram en mi celular. Inspirado en la migración masiva de una app a otra en algunos países insté un poco a mi amigos a preferir la segunda a la hora de chatear pero me agoté unos meses después ante la casi nula receptibilidad y preocupación al respecto. Por estos días de inicio de 2021 ha causado mucho revuelo la nueva actualización y cambio en las políticas de privacidad de Whastapp y quiero aprovechar el momento para intentar de nuevo abrir debate sobre un ámbito no muy hablado, la privacidad, pues creo que la poca información que hay en español sobre estos temas influye mucho en por qué éste no tiene tanta relevancia en nuestra mesa.

Desde que usamos el lenguaje, quién tenga las respuestas correctas tiene poder sobre ese conocimiento y si alguien tiene acceso a nuestros datos, tiene poder sobre nosotros. Uno de los trucos más antiguos de extorsión es usar los secretos de la victima contra ella misma, pero no es la única herramienta de manipulación que puedes aprovechar con dicho acceso y no tienen que ser secretos. En la era de la información millones de personas liberamos datos personales descuidadamente a través de internet pero sobre todo, a través de las redes sociales, las cuales están centralizadas en: Facebook, Instagram, Twitter, Whatsapp y Google (Gmail, Youtube, Drive, etc)

Más allá de las claves de nuestras cuentas bancarias

La web, un lugar tan abierto y útopicamente libre se está centralizando en solo 5 plataformas privadas que son ahora las grandes compañías de Sillicon Valley, con más usuarios que personas vivas en 1950.

WIkipedia
Statista

Tres de éstas redes tienen además un mismo dueño, Facebook, junto a Instagram y Whatsapp suman 715 mil millones de dólares y ocupan los primeros puestos en las listas de Companies Market Cap, gracias en parte al negocio de vender los datos sobre nuestro comportamiento que nosotros mismos les suministramos.

Internet conectó al mundo pero, ¿nos conectamos a través de un internet libre y seguro o a través de unas cuantas plataformas privadas y manipulables? Hace 15 años gastábamos el tiempo en internet para buscar definiciones en Wikipedia, revisar Hotmail, preguntar cualquier cosa en Google (sin cuenta), bajar música de Napster y para navegar por un muchos sitios diferentes que ya olvidamos o que ni siquiera existen ahora (claro, también para ver porno). Actualmente muchos de nosotros no sabe buscar de otra forma aunque hayan aparecido muchas alternativas (además de Bing y Yahoo). Por ejemplo algunas ingenierías de búsqueda no exigen cuenta ni te rastrean, es el caso de Duckduckgo, enfocada en la privacidad, sobrevive con donaciones anónimas.

El problema no es solo la violación a mi privacidad, es la violación a nuestra privacidad, la privacidad del 60.6% de usuarios de internet a nivel mundial ( para el caso de Facebook), usuarios que en su mayoría crecieron en un entorno dónde tener al menos una cuenta en una de estas redes sociales es casi una obligación y una obviedad social; o no cuestionan su uso o lo usan porque allí esta todo el mundo, sus amigos y/o clientes.

Ahora que tienen toda nuestra atención, ¿qué sigue?

Recapitulemos, ¿qué sucede actualmente en la web?:

1- Concentración del uso de internet en unas cuantas plataformas (una plataforma nueva que se vuelva masiva al año es un indice muy bajo de diversificación de internet).

2- Dichas plataformas tienen acceso a toda nuestra información porque nosotros mismos la suministramos.

3- Luego venden la información para que otras grandes compañías elaboren cuadros psicográficos a gran escala poblacional y así manipular el mercado o incluso la política.

Aunque el subtitulo anterior pareciera tener un sentido de intención conspiranoico, no se trata de que el señor Zuckerberg es un reptiliano que quiere apoderarse de todo siguiendo esos pasos, es simplemente el flujo de los negocios que emplean “big data” y la forma de explotarlo como está sucediendo justo en este momento, en nuestros celulares.

Varios de mis amigos usan excusas como: “Pero es que no somos tan importantes ni tenemos tanto dinero para que se interesen en nosotros”. Si el peligro fueran solo hackers que usan pishing y toda clase de software malicioso (malware) para conseguir claves bancarias o datos cruciales y robarnos todo, este asunto tendría una cara distinta. El problema de fondo radica en la misma modernidad que vivimos y la realidad virtual más próxima sobre la marcha para la cual faltan aún leyes que la regulen.

El caso de Cambridge Analytica

Irónicamente les voy a recomendar un documental que está en otra de las plataformas monopolizadas en internet, pero aprovechando que la mayoría tiene un TV con Netflix les sugiero verse “Great Hack” o “Nada es privado” en español. Sin ánimo de hacer “spoiler”, el documental relata como una empresa británica de análisis de big data empezó ofreciendo servicios a las instituciones militares y término transformando una técnica llamada PSYOP (Psychological operations) en una herramienta para aumentar estratégicamente los partidarios políticos de un candidato en las elecciones de cualquier país. PSYOP, es una técnica usada por potencias militares como Estados Unidos para influir desde las emociones e ideologías hasta cambiar el comportamiento de grupos, organizaciones e incluso una población entera, según sea favorable a sus propios intereses. Por ejemplo fue usada cuando se lanzó panfletos con propaganda negativa sobre Saddam Hussein para que la población iraquí sintiera la necesidad de derrocar al presidente y viera con buenos ojos la intervención de Estados Unidos obviando las verdaderas intenciones sobre la zona petrolera donde se ubica su país.

Bueno, en los 90 los panfletos pueden haber logrado un bajo porcentaje respecto a la actitud general de las personas. Ahora en 2021 los discursos de odio se esparcen con gran facilidad por las redes sociales, además de la desinformación y la confusión, pero también la idolatría hacia personajes políticos falsamente filántropos que usan el populismo para instaurar una nueva ultra-derecha.

Cambridge Analitica seleccionó 17.000 personas de 3 estados cruciales en las elecciones de 2016 en Estados Unidos que consideró como “persuasibles” haciendo un análisis psicológico, todo esto usando la información que esas mismas personas suministraron en Facebook e introduciendo la en pruebas parecidas a los “test” de Carl G. Jung para determinar la facilidad con que estas personas cambiarían sus convicciones políticas (Pueden experimentar los test de personalidad de Jung en: https://www.idrlabs.com/es/prueba.php) En total Cambridge Analitica le suministro a Proyecto Álamo (encargados de la campaña de Donald Trump) información de las cuentas de Facebook de 50 millones de estadounidenses. Proyecto Álamo gastaba 1 millón de dólares al día en avisos publicitarios de Facebook. Más adelante ese año todo el mundo quedó sorprendido porque un excéntrico empresario millonario había ganado las elecciones del país norteamericano.

Cambridge Analitica o SCL Group continuó haciendo lo mismo, contratos mayoritariamente con candidatos de ultra-derecha, recolección de datos personales a través de Facebook y manipulación psicológica a gran escala en la población, Brexit fue el logro que siguió, desligando a Inglaterra de la Unión Europea.

Más excusas: “Ay pero eso solo pasa por allá en esos países…” Bueno pues, en este caso odio objetarles.

Cambridge Analityca en Colombia

Los casos en que esta compañía influyó en elecciones políticas se distribuyen por todo el mundo, incluyendo Colombia. Aún sin comprobar (En Colombia hay una gran dificultad para comprobar casos de corrupción) Enrique Peñalosa contrató a Cambridge Analityca para las elecciones de 2015 a la Alcaldía de Bogotá. En otros países, la empresa opera bajo el nombre CA Strategic Communications Laboratories (SCL), aún no se conoce bajo qué nombre comercial existieron en el país. Cuestión Pública, un medio de prensa web, encontró en 2018 que en la página oficial de CA aparece -como caso de estudio- la fotografía del alcalde de Bogotá, con el título: “Manejo de la reputación del candidato a través de una campaña de Relaciones Públicas” y promociona en su página web lo que sería una asesoría a la campaña electoral de Enrique Peñalosa cuando era candidato a alcalde en 2015. Promueven la imagen del alcalde como un caso de éxito. En el texto que se desprende del título comentan que: “La investigación de CA (Cambridge Analytica) reveló que tal era el grado de desconfianza entre los votantes [colombianos] que era improbable que los esfuerzos de los candidatos para presentarse como personas limpias fueran efectivos”.

CA habría recolectado datos de Facebook de votantes colombianos a través de la app Pig.gi, registrada en Colombia como Farrow S.A. en el mismo periodo de la elecciones a la alcaldía de Bogotá en 2015. En 2018 la superintendencia de Industria y Comercio veto la app como una medida preventiva, sin embargo la app negó conexiones con CA.

https://www.rcnradio.com/colombia/la-cuestionada-empresa-cambridge-analytica-si-opero-en-colombia

Más control también implica menos libertad de expresión

La centralización y el poder sobre los datos no solo pueden ser usados para difundir discursos de odio, sino también para frenar su esparcimiento, sin embargo, cuando una entidad, pública o privada, deja llevar sus ansias de control hacia la violación del derecho a la privacidad en busca de malas prácticas, no tarda en violar también el derecho a la libertad de expresión, no solo para apaciguar faros de desinformación sino también apagar aquellos que brindan una luz sobre lo que nos oculta la corrupción en las altas esferas sociales.

Voy a servirme de una analogía hecha muchas veces por el periodismo tecnológico, aquella centralización de la que hablamos, ocurre en la punta de un tempano de hielo (iceberg) virtual, más abajo de las redes sociales más comerciales y las más soterradas, la web empieza a profundizarse (Deep web). En este lugar no hay reglas sobre lo que puedes o no decir y/o mostrar/vender; es refugio para pederastas, grupos extremistas, vendedores de drogas ilegales, asesinos, etc. Pero también es un lugar dónde periodistas, buscadores de la verdad y conspiracionistas buscan y comparten información, se pueden encontrar libros, documentales, versiones .onion (enlaces de la deepweb) de varios periódicos en forma libre y sin censura, textos prohibidos por algunos gobiernos y toda clase de teorías y prácticas tabú. Más abajo, en la equivalente a la zona abisal, es el lugar donde las agencias de espionaje, las agencias de seguridad, instituciones gubernamentales de algunos países, cadenas de comunicación y servicios militares guardan y comparten información entre sus miembros y oficiales. Es allí dónde hace unos años Wikileaks comenzó a socavar dicha información y traerla a la superficie (además de la filtración de Chelsea Manning), la cual fue fuente de escándalos internacionales, investigaciones que cambiaron el curso de compañías trasnacionales, gobiernos, partidos políticos, lideres mundiales, etc. Por dicho acto, su fundador, Julian Assange ha padecido 11 años de persecución política extraterritorial, teniendo que refugiarse por 7 años en la embajada de Ecuador en Inglaterra, usando servicios anónimos encriptados para comunicarse incluso con su familia. Edward Snowden, ex-analista de la NSA (la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos) participaba en un programa de espionaje masivo a todos los ciudadanos estadounidenses, un día no pudo más moralmente y decidió confesar. Se contactó con la periodista Laura Poitras, quién ha hecho varios documentales tanto de Snowden como de Assange, y le suministro toda la información sobre el controversial programa de “seguridad”. Ambos han sido objeto de persecución política por 8 años. Snowden recomienda como la forma de comunicarse más segura a Signal, soportada por una fundación sin ánimo de lucro con el mismo nombre.

En la punta del iceberg tus datos estás expuestos, en la profundidad bajo el océano, la anonimidad permite obrar de cualquier manera. Internet es un reflejo virtual del mundo físico, en ambos caminos debemos encontrar el equilibrio, pero la vigilancia masiva y la censura no son el medio para hacerlo.

El tabú del cuerpo alcanza internet

Otra de las formas de censura en las redes sociales tiene que ver con los desnudos, el arte y la expresión corporal, pues los algoritmos no diferencian entre una imagen obscena y una erótica. Es un poco irónico que en una sociedad dónde el atractivo sexual es usado para vender desde perfumes hasta carros y shampoo, donde el consumo del porno incluye a millones de personas, las representaciones artísticas de cuerpos desnudos así como las campañas que usan el cuerpo para protestar sean regularmente censuradas en las redes sociales, igual a la época de la censura religiosa sobre el desnudo en la pintura, ¿no habremos avanzado respecto a este tema en varios siglos de historia?

China es un capitulo de Black Mirror

Pasándonos enteramente al lado gubernamental tenemos el caso del “crédito social” con que el estado Chino califica a sus ciudadanos. En este caso la censura y la violación a la privacidad es legal y hecha por el gobierno. El sistema de crédito social es un instrumento que utiliza el big data para calificar el civismo de los usuarios y empresas y la confianza que merecen. Se trata de una especie de carnet por puntos que los ciudadanos ganan o pierden en función de si cumplen las normas establecidas y de su comportamiento en la sociedad. Para establecer el crédito social de cada persona se tienen en cuenta aspectos como los antecedentes penales, el comportamiento en las redes sociales o las compras en línea. Los ciudadanos chinos pueden ser penalizados y perder puntos, por ejemplo, al no pagar deudas, contaminar o deslegitimar al Gobierno. Dependiendo de la puntuación, los ciudadanos “obtienen beneficios o castigos”: “Por ejemplo, pueden conseguir acceso a préstamos o a servicios públicos como la educación o privilegios para viajar”, explica David Doncel, director del máster de Asia Oriental de la Universidad de Salamanca. O al contrario, se les puede castigar con velocidades de internet más lentas, acceso restringido a restaurantes o impidiendo que puedan viajar al extranjero. Los expertos coinciden en que este proyecto, tal y como se encuentra concebido en China, no sería aplicable en otros países como España. “Provocaría un amplio rechazo ciudadano y podría atentar contra varias normas en vigor de protección de datos y de la privacidad”, afirma Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política China. Pero señalan que en España algunos modelos guardan cierta similitud con el sistema chino. Por ejemplo, la tarjeta del supermercado que te permite obtener puntos si eres un cliente fiel o los puntos del carnet de carro.

Conclusiones

Al hablar de privacidad podríamos abarcar un extenso campo de debate pero me he ceñido aquí a los puntos que pueden ser detonadores de un futuro no muy provechoso para todos. Aunque Europa ya tiene algunas leyes que protegen a los usuarios de aplicaciones con permisos excesivos en los celulares (GDPR), el resto del mundo aún no genera una regulación más fuerte para la protección de datos, dejando la posibilidad abierta a situaciones que afectan la democracia e incluso el destino de un país. Por otro lado en China el mismo estado recopila información de los ciudadanos y los usa para dar o quitar “privilegios y castigos”. Viendo todo esto no es difícil imaginar en un futuro próximo al mundo envuelto en distopías al estilo de Fahrenheit 451, novela de Ray Bradbury o 1984, de George Orwell dónde abundan la censura del conocimiento y la excesiva vigilancia masiva y control autoritarios, cualidades que hemos visto incrementadas durante la pandemia en los entes oficiales.

El caso de Cambridge Analytica demuestra como la manipulación masiva en redes sociales a través de memes, publicidad y grupos radicales puede poner en una posición de poder político a personas que no son las mejores para cumplir de forma justa dicho cargo, pues Trump dejó la presidencia en el mayor escándalo gubernamental de los Estados Unidos, los lideres de Brexit hacen parte de una controversia conocida como: los chicos malos del Brexit, entre otros. Y Enrique Peñalosa quién ha sido destituido varias veces, se ha visto en vuelto en controversias, acusaciones en la corte y ha tenido que pagar millonarias condenas al Consejo de Estado Colombiano*

Una sociedad idealizada

Privacidad significa etimológicamente cualidad de lo propio, pero no se trata de aferrarnos a nuestras propiedades y proteger nuestra información como si escondiéramos mal comportamiento o indisciplina social; se trata de conservar nuestra identidad, la capacidad de ser quienes somos libremente. La privacidad debe importarnos si queremos seguir viviendo humanamente, no podemos implementar un sistema transparente sin que haya alguien con poder ocultando cosas. Detrás de la inteligencia artificial siempre habrá humanos al mando y como todos sabemos, nos equivocamos muy seguido; suponiendo que un pequeño grupo tuviera derecho a la privacidad sería muy fácil para ellos implantar regímenes de poder y autocracia, y desviar a la humanidad hacia caminos fangosos como ha pasado con las dictaduras. Si por otro lado, solo la inteligencia artificial tuviera ese poder, habríamos perdido nuestra humanidad.

La privacidad debe importarnos porque la humanidad no ha alcanzado un máximo estándar moral y las personas cercanas al poder sea gubernamental o corporativo no son el mejor ejemplo de una ética avanzada. Mientras llegamos a dicha meta, la privacidad nos brinda la oportunidad de seguir construyendo una sociedad más justa, pudiendo mantener en secreto investigaciones periodísticas sin la mirada de ojos corruptos, compartir libros y documentos de distintas ideologías, conservar literatura con diferentes perspectivas, expresarse libremente así lo expresado vaya en contra de una autoridad legalmente establecida pero éticamente corrompida.

Es cierto que también de esta forma internet puede ser usado con fines macabros por pederastas, criminales, los mismos corruptos y todo tipo de personas malintencionadas pero esto seguirá pasando sea como sea porque dichas personas seguirán encontrando la forma de hacer sus fechorías fuera de la ley y de las normas. No podemos sacrificar un derecho humano fundamental por aquellos que acometen malos actos.

El camino hacia ser mejores personas solo lo puede recorrer cada uno, no hay otra forma, el sistema debe limitarse a evitar que aquellos a quienes se ha demostrado obran mal, lo sigan haciendo, no hay control que abarque todo, termina siendo más perjudicial. El sistema no nos puede obligar a ser buenas personas, la única manera posible de ser buena persona es por convicción propia, mediante una construcción de identidad que vamos armando paso a paso con las enseñanzas de nuestra familia, nuestra comunidad y las experiencias profundas de la vida. Ni la religión ni las leyes pueden hacerlo porque una persona obligada a obrar bien puede aprovechar cualquier oportunidad para no hacerlo mientras que la convicción propia te da la comprensión necesaria para una construcción ética de sí mism@.

La privacidad debe importarnos porque nos permite ser humanos.

Todo lo anterior es suponiendo qué la búsqueda de aquellos entes corporativos que acometen dichos actos de violación a los derechos es por una sociedad ideal, pero la verdad es que su búsqueda no va más allá de obtener mayores ganancias en el sistema financiero actual. Lo cuál le da un propósito vacío y se hace menos justificable el uso cotidiano de sus productos y servicios.

¿Qué hacer al respecto?

Podemos empezar por ampliar el uso de internet en más direcciones, usar alternativas para comunicarnos que se basen en el código abierto (open source) y el respeto hacia los usuarios manteniendo sus datos en forma privada, con estructuras no invasivas en los dispositivos y diversificadas al rededor del mundo (redes P2P por ejemplo) sin una base central.

Fuentes

https://cuestionpublica.com/cambridge_analytica_penalosa/
https://thebogotapost.com/the-great-hack-who-pays-the-pig-gi/39953/
https://www.semana.com/nacion/articulo/cambridge-analytica-y-facebook-conexiones-en-colombia/561028/
https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/cambridge-analytica-admite-contactos-con-campanas-presidenciales-en-colombia-206500
https://www.colombia.com/elecciones/2018/cambridge-analytica-podria-estar-vinculada-con-tres-campanas-presidenciales-en-colombia-187246
Información recopilada de Xacata Ciencia.
https://www.elperiodico.com/es/internacional/20190311/el-juego-sucio-del-brexit-7347997
https://badboysofbrexit.com/
https://www.elmundo.es/internacional/2018/03/21/5ab1360ae5fdea16038b4603.html

Para leer más en inglés:

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hortelana phunk

Imaginario entre la realidad y la web. Huerto digital para que habiten las palabras que se escabullen en nuestras conversaciones diarias callejeras.